La Espondilitis Anquilosante es una enfermedad reumática dolorosa y progresiva que afecta principalmente a la columna vertebral. También puede afectar otras articulaciones, tendones y ligamentos de distintas áreas como los ojos y el corazón.
La causa es aún desconocida, aunque estudios recientes han demostrado una relación directa entre el padecimiento de la enfermedad y el HLA B27 (un gen presente en los leucocitos humanos que es hereditario).
La edad media del comienzo de la enfermedad son los 24 años y la proporción por sexos es de 2,5-3 hombres por mujer afectada.
Los síntomas de la Espondilitis Anquilosante son:
a) ATAQUES LENTOS O GRADUALES de dolor de espalda y rigidez que duran semanas o meses, más que horas o días.
b) EDAD del ataque poco antes de y durante la década de los 20 años, mas que a cualquier otra edad. Los síntomas también pueden comenzar en otros períodos de la vida.
c) RIGIDEZ Y DOLOR MATINAL, que desaparecen o disminuyen durante el día con el ejercicio.
d) MEJORA CON EL EJERCICIO, ayuda a mantener la movilidad y disminuir el dolor.
El proceso que sigue la enfermedad es el siguiente: la inflamación ocurre donde hay una articulación o donde los tendones y ligamentos se insertan en el hueso. Como resultado de este proceso inflamatorio, se produce una pequeña erosión en el hueso, que una vez que la inflamación desaparece o disminuye, ocasiona un crecimiento en el hueso, es el llamado hueso reactivo.
Este da lugar, en el caso de la columna vertebral, que es la afectación más frecuente, a la fusión de las vértebras y a las articulaciones sacro-ilíacas, lo que produce el efecto conocido con el nombre de columna vertebral de bambú.
¿Qué tratamientos con medicinas son los más aconsejables?:
Aunque la Espondilitis es incurable, las medicinas anti-inflamatorias a menudo permiten mejorar el sueño y el bienestar general mediante la reducción del dolor, con lo que proporciona una mayor capacidad para realizar los ejercicios de gimnasia. Es importante administrar la medicación cuando el estomago tenga comida, a fin de proteger el revestimiento de la pared interior del estomago. No obstante, no producen adicción.